Josevi Mora Díaz nos envía una interesante crónica con varias citas de herpetos que rescató en aljibes y depósitos abandonados en la zona de El Carche (Yecla). Entre ellas, un bonito ejemplar de culebra de cogulla
(Macroprotodon brevis), que ha resultado ser la primera cita en la cuadrícula
UTM 10X10 XH55.
También localizó varios ejemplares de salamanquesa rosada (
Hemidactylus turcicus) en la cuadrícula
UTM 10X10 XH56 que también es nueva para la especie en nuestra región.
Felicitamos a Josevi por sus rescates y por compartirlos.
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Mi padre trabaja en un pozo y una de sus funciones es tomar la lectura del contador cada mes o cada dos meses según la época, y durante la revisión de contadores de los meses de septiembre y octubre lo acompañé.
El pasado lunes 31 de octubre, mientras el andaba tomando nota, yo me asomaba en arquetas y derivados donde pudiera ver a algún animal atrapado, además de algunas salamanquesas que siempre se advierten. A última hora de la mañana en una de esas arquetas, al asomarme observé a un joven ejemplar de culebra que se metió rápidamente bajo unas piedras, sospeché que se trataba de una bastarda por su color tan uniforme.
Al ir con el tiempo justo para terminar antes de comer, no pudimos entretenernos en sacarla. Volvimos al día siguiente y no la vimos, pero me introduje dentro de la arqueta (que no era muy profunda) y al ladear una piedra de buen tamaño, ahí estaba enroscada. La cogí rápidamente con un guante, no quería que al intentar huir se metiera en una tubería, que venía de más arriba, por lo cual no pude hacer fotos del rescate. Estaba bastante delgada, debía llevar tiempo ahí atrapada. Como se encontraba cerca de un grupo de casas, y por miedo a que se colara en una de ellas y la gente la matase, optamos por llevarla a las inmediaciones de una rambla que hay un poco más abajo, para liberarla.
El día 2 de noviembre (ya que el 1 era festivo), volvimos a la faena, me asomé a una especie de pozo no muy profundo, pero sí ancho, que creo se utiliza para retener el agua de la lluvia por escorrentía, y observé una pequeña culebra de poco más de un palmo.
No sabía si estaba ahogada o no, ya que no se movía, busqué algo con lo que poder sacarla, y tuve la suerte de encontrar muy cerca una caña fina cortada de unos dos metros de longitud, dije: “a ver si con esto se puede”, y al tocar la culebra con la caña, se agarró fuertemente a ella y pude sacarla, que alegría, (me veía metiéndome de cabeza mientras mi padre me sujetaba las piernas), a ésta tras comprobar que se trataba de una culebra de cogulla la dejé en un pedregal cercano al lugar donde la encontré.
Ese mismo día en uno de los contadores que estaba en una caja de metal, vi más salamanquesas, dos o tres, se ven tantas que al final ni te llaman la atención, pero éstas sí lo hicieron, ya presentaban un jaspeado, que la verdad creo que nunca antes había visto, pensé seguramente sean salamanquesas rosadas, se lo dije a mi padre y enseguida cogió una para verla más detenidamente, como era tarde y no pude hacerle ninguna foto, me la llevé para contrastar mi suposición con un libro que poseo, y vi que efectivamente se trataba de una salamanquesa rosada de las que o nunca había visto o pensaba que se trataban de la común, esa misma tarde volví a liberarla el lugar donde la encontré.
Miré bastantes arquetas, no todas, tengo que decirlo, y además de las salamanquesas que entran y salen, sólo encontré esos dos ofidios. Espero poder acompañarle y seguir mirando para poder rescatar a otros posibles bichejos que tengan la mala fortuna de caer en esas trampas"
FOTOS: JOSEVI MORA DÍAZ